una bestia que resiste tifones y puede dar energía a una ciudad entera

Teknalix julio 18, 2025 No hay comentarios

una bestia que resiste tifones y puede dar energía a una ciudad entera

Mientras muchos países siguen debatiendo cómo avanzar en la transición energética, China ya lo está haciendo. El país asiático ha presentado una turbina eólica flotante de 17 megavatios que no solo bate récords en tamaño y potencia, sino que demuestra que es posible generar electricidad limpia en condiciones marinas extremas.

Desarrollada por China Huaneng Group en colaboración con Dongfang Electric Corporation, esta gigantesca estructura se prepara para operar frente a la costa de Guangdong, donde será puesta a prueba en uno de los entornos más exigentes del planeta. 

Con capacidad para abastecer a 40.000 hogares, su lanzamiento representa mucho más que una novedad tecnológica, es una señal clara de hacia dónde apunta el liderazgo energético global.

La urgencia de abandonar los combustibles fósiles ya no admite demoras, las energías renovables son la única vía realista para reducir las emisiones, mitigar el calentamiento global para garantizar el acceso sostenible a la electricidad. 

Energía aeólica

Dentro de ese mapa, el viento marino tiene un papel clave, sobre todo en zonas profundas, donde sopla con mayor constancia. Sin embargo, hasta ahora, la mayoría de turbinas eólicas se instalan en aguas poco profundas, lo que limita el potencial.

Ahí es donde las turbinas flotantes cambian las reglas, al no depender de estructuras ancladas al lecho marino, pueden instalarse mucho más lejos de la costa, justo donde el viento sopla más fuerte y con menos interrupciones. La nueva turbina china va directa a ese terreno, y lo hace a la perfección.

Una turbina eólica para el futuro energético

Más que una turbina, es una infraestructura colosal donde su altura total supera los 150 metros, el equivalente a un rascacielos de 50 pisos. El rotor tiene 262 metros de diámetro y barre un área de más de 50.000 metros cuadrados, suficiente para captar enormes volúmenes de viento en todo momento. Gracias a ello, se estima que podrá generar hasta 68 millones de kilovatios-hora al año.

Pero más allá de su tamaño, lo que la convierte en un hito es su capacidad de adaptación. Está diseñada para soportar olas de hasta 24 metros y vientos de nivel 17 en la escala Beaufort, equivalentes a un tifón de categoría máxima. 

Una turbina eólica para el futuro energético

DEC

Eso es posible gracias a una plataforma flotante estabilizada por sistemas dinámicos junto con sensores inteligentes que ajustan la posición de la estructura en tiempo real, asegurando que funcione con normalidad incluso en condiciones extremas.

Cabe señalar que no se trata de una maqueta ni de un prototipo incompleto, sino que la turbina ha sido fabricada íntegramente en China. Desde las palas hasta los componentes más sensibles como los rodamientos principales, todo ha sido producido dentro del país asiático.

Esta autosuficiencia tecnológica no solo reduce la dependencia de proveedores extranjeros, sino que refuerza la capacidad del país para convertirse en proveedor global de soluciones energéticas limpias a gran escala.

Además, esta apuesta responde a una estrategia de largo recorrido. Según estimaciones oficiales, más del 80 % del potencial eólico marino mundial se encuentra en aguas profundas, donde no es viable construir estructuras fijas. Ahí es donde las turbinas flotantes serán decisivas, y China quiere tomar la delantera.

La descarbonización no se logrará con soluciones pequeñas ni a medio gas, hace falta infraestructura a gran escala, capaz de mantenerse operativa incluso en los entornos más hostiles, justo lo que representa este proyecto. No es solo una respuesta tecnológica, es también una forma de blindar la producción energética frente a futuras crisis, guerras o tensiones geopolíticas.

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Además, el uso de turbinas flotantes tiene otra ventaja, puesto que reduce el impacto ambiental en tierra firme. Al quedar fuera del paisaje costero y del suelo marino, estas instalaciones son menos invasivas y permiten compatibilizar la generación eléctrica con la pesca, el transporte o la biodiversidad oceánica.

Lo que China ha desarrollado puede convertirse en modelo exportable, un diseño que funcione bajo tifones y con olas de 24 metros puede adaptarse a múltiples regiones del planeta con climas menos extremos. Eso multiplica su valor estratégico, en lugar de depender de combustibles importados.

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Etiquetas: innovación, china