Spotify se va a la guerra y su CEO, Daniel Ek, lo invierte todo en IA militar para la defensa de Europa: “Existe una necesidad urgente”

Teknalix junio 17, 2025 No hay comentarios

Spotify se va a la guerra y su CEO, Daniel Ek, lo invierte todo en IA militar para la defensa de Europa: “Existe una necesidad urgente”

Desde luego, a día de hoy, la defensa a nivel militar de un país o continente ya no es lo que era y no solo se trata ahora de tanques y aviones. La guerra moderna se libra en el ciberespacio, con drones, satélites y sistemas de inteligencia artificial que analizan millones de datos en tiempo real. 

Y aquí es donde entra Helsing, la empresa en la que Daniel Ek, CEO de Spotify, ha invertido 600 millones de euros. Si no la conoces, comentar que su tecnología permite a los soldados ver todo lo que pasa en el campo de batalla en una pantalla, como si fuera un videojuego, pero aquí lo que sucede es 100% real. 

La gran ventaja de toda esta tecnología es que esto puede salvar vidas, evitar errores y dar una ventaja importante a Europa frente a lo que pueda suceder.

Pero la duda es por qué una persona como Daniel Ek, conocido por provocar un giro de 180 grados en el mundo de la música, se mete en el de la defensa. La respuesta es porque sabe que la tecnología es vital para el futuro de Europa y considera que se está haciendo poco por esta.

Desde hace ya un tiempo, todos aquellos que viven en este continente se han dado cuenta de que no puede depender solo de Estados Unidos para su seguridad. La invasión de Ucrania y la política de Donald Trump han sido las gotas que han colmado el vaso. Europa necesita ser autónoma, capaz de defenderse sola si es necesario. Y la inteligencia artificial es lo que lo hará posible.

La carrera hacia la inteligencia artificial general

La inteligencia artificial militar podría ser el fin de la humanidad: el botón rojo de la IA

Desde drones autónomos hasta sistemas de vigilancia que deciden quién es una amenaza, la IA está aterrizando en este campo para cambiar las reglas del juego. Pero, ¿qué pasa cuando esa tecnología falla o toma decisiones que nadie puede predecir?  

El gran debate sobre el uso de la IA en la guerra no es algo nuevo, pero teniendo en cuenta como están actualmente las cosas, la situación se ha acelerado. Empresas como Google, que antes evitaban proyectos militares, están cambiando de opinión. 

Uno de los mayores riesgos es lo que los expertos llaman la ‘trampa de la confianza’. Los humanos tienden a confiar en la tecnología cuando da buenos resultados antes. Pero la IA no es perfecta. Por ejemplo, los coches autónomos, que tienen acceso a una gran cantidad de datos, todavía cometen enormes graves. 

En 2023, un Tesla en modo autónomo chocó contra un avión de 3,5 millones de dólares mientras intentaba recoger a su dueño. Si esto pasa con un coche, la duda es qué podría pasar con un arma autónoma.

Inteligencia en 2030

Desde luego, en una guerra, los errores de la IA podrían ser mortales. Si un dron confunde a un civil con un objetivo militar o un sistema de vigilancia que decide que alguien es una amenaza basándose en datos sesgados se equivoca, es escenario podría ser aterrador.

El gran punto aquí diferenciador son los avances que están haciendo las grandes empresas tecnológicas. Google, Microsoft y como ya has visto, el propio Daniel Ek, están invirtiendo millones en proyectos militares, a pesar de las protestas de sus empleados. Pero aquí hay otro problema: estas empresas son tan grandes que es difícil responsabilizarlas cuando algo sale mal.  

A pesar de todo, todavía hay esperanza. Algunos expertos proponen una prohibición global del uso de la IA en armas autónomas, parecido a lo que se hizo con las armas biológicas. 

En los años 80, la comunidad internacional actuó rápido para prohibir los CFC, los químicos que dañaban la capa de ozono. Si hay una gran amenaza para la humanidad, parece que se actúa rápido, pero el problema aquí es quién querría tomar esa decisión de echar un paso hacia atrás en este campo tan vital para un país.

En pocas palabras, ningún país quiere quedarse atrás. La carrera armamentística ya ha comenzado, y las empresas tecnológicas no quieren perder su parte del pastel. De lo que no cabe duda es de que las armas más inteligentes muchas veces no funcionan como uno querría.

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Etiquetas: Spotify, Inteligencia artificial