El presidente de Bosch, Stefan Hartung, cree que Europa no está haciendo bien las cosas en lo que se refiere a la inteligencia artificial, hasta el punto de que está obstaculizando su progreso en comparación con otras partes del mundo debido a leyes poco laxas.

Esta tecnología, que llegó hace ya años a muchas empresas y servicios pero no ha sido hasta ahora cuando ha dado el verdadero salto, es uno de los motivos por los que muchas empresas se han replanteado su modelo de negocio, pero con muchas trabas.

Así lo ha sugerido Hartung en una conferencia, donde ha dicho que “Europa está retrasando innecesariamente el futuro de su inteligencia artificial con una regulación excesiva”, algo que no juega mucho a su favor, teniendo en cuenta cómo está el patio actualmente en materia de competitividad.

El proveedor alemán de componentes para automóviles habla con conocimiento de causa, debido a que posee la mayoría de las patentes de IA en Europa y planea seguir invirtiendo en este campo un poco más. Concretamente, 2.500 millones de euros adicionales, para lo que se ha propuesto una fecha límite, 2027.

Bosch, líder… si le dejan

Para Bosch, la inteligencia artificial es una parte esencial de su trabajo, ya que trabaja a diario en soluciones impulsadas por esta tecnología para la conducción autónoma, así como sistemas industriales más eficientes y otras aplicaciones.

De esa manera, la empresa es consciente de que es una de las que peor saldrían paradas si la norma continúa siendo tan restrictiva en Europa y, por eso, su CEO no se ha cortado un pelo a la hora de criticar esta legislación.

“La combinación de burocracia y requisitos estrictos, pero también vagos, hacen que Europa sea comparativamente menos atractiva”, ha señalado el directivo, sugiriendo que, de esta manera, los países que se rigen bajo la Ley de IA no recibirán tantas ofertas o inversiones como los que se encuentran fuera de este territorio.

En cualquier caso, y a pesar de que Hartung no es muy amigo de las decisiones que se están tomando desde arriba, por decirlo de alguna manera, es consciente de que la IA se debe regular, pero no tanto como sucede ahora.

De esa manera, considera que los legisladores se deben limitar a un marco regulatorio que cubra solo los aspectos más destacados. De no ser así, “nos regularemos hasta la muerte, porque estamos intentando regular en contra del progreso tecnológico”, ha asegurado.

Ley de IA en la UE, pionera a nivel mundial

Hace ya casi un año entró en vigor la primera legislación destinada a regular los sistemas de IA en los países de la Unión Europea, con la que se busca garantizar la seguridad y los derechos fundamentales de los ciudadanos ante los riesgos que plantea esta tecnología.

Con la Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea también se busca el uso de la tecnología bajo un marco jurídico uniforme, facilitando con ello la comercialización y la circulación de los productos y sistemas basados en IA, sin olvidar la ciberseguridad y el desarrollo tecnológico bajo un enfoque ético.

Asimismo, el reglamento, que es muy completo, recoge los modelos de inteligencia artificial de uso general, se fija en quiénes son los proveedores de éstos y de los sistemas de IA y cuenta con un enfoque basado en los niveles de riesgo que presenta la IA: inaceptable, alto riesgo y riesgo limitado.

No cabe duda de que la ley está bien planteada, aunque está por ver de qué manera se va adaptando a la propia naturaleza de la tecnología que regula, en constante evolución y crecimiento.

No obstante, también se debería tener en cuenta cómo están reaccionando fuera de la Unión Europea, esto es, Asia y, sobre todo, Estados Unidos, cuyo presidente busca un enfrentamiento constante con sus rivales para conseguir ser la primera potencia mundial.

Así lo demostró el propio Donald Trump solo días después de su llegada al Despacho Oval, en enero, cuando anunció una inversión del sector privado de hasta 500.000 millones de dólares para financiar infraestructura para IA.

Poco después y, en respuesta a lo que hizo Trump, la Unión Europea reveló sus planes de movilizar hasta 200.000 millones de euros para el sector. El pulso entre una parte del mundo y la otra está más que asegurado.

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Etiquetas: Inteligencia artificial