Todo el mundo da por hecho que los jóvenes, en especial aquellos que pertenecen a la llamada generación Z, disfrutan de Internet y de las redes sociales. Pues bien, esta afirmación podría no ser tan cierta después de todo. Una cosa es utilizar las nuevas tecnologías y otra muy distinta estar feliz con ellas. Eso al menos parece evidenciar un estudio realizado sobre el tema. 

Al contrario de lo que en ocasiones se piensa, la juventud parece muy consciente de los problemas que traen consigo algunas plataformas como X, Instagram, TikTok y demás. En ocasiones, incluso han surgido movimientos que apuntan a la desconexión para espantar problemas de salud mental o un “regreso” a décadas pasadas. Pero la cuestión parece ser bastante más profunda en realidad.

La generación Z está harta de Internet y las redes sociales

Hoy en día parece imposible imaginar un mundo sin Internet y sin redes sociales. Incluso generaciones que han crecido sin estas tecnologías, se han habituado a ellas. Mención aparte, claro, merece la generación Z, cuyos miembros ya nacieron con la red en plena ebullición, o camino de estarlo. Quizá por esa razón sean ellos quienes más añoren una época que apenas conocieron. 

Así al menos parece ponerlo de manifiesto un estudio reciente realizado por el British Standards Institution (BSI). Según esta investigación, la cual ha entrevistado a más de mil jóvenes de entre 16 y 21 años, el 49 % de ellos afirmó que hubiese preferido crecer sin Internet. La explicación que parecen darle es sencilla: no están contentos con la influencia que tiene en sus vidas. 

El trabajo también ha puesto de manifiesto otro hecho significativo: un 70 % de los encuestados señaló que se siente peor consigo mismo tras usar redes sociales. Una conclusión que vuelve a poner encima de la mesa una cuestión de máxima actualidad: estas plataformas, supuestamente nacidas para divertir y conectar, generan muchas veces el efecto contrario: cansan y deprimen. 

Aunque esta encuesta se centró en miembros de la generación Z británicos, todo parece sugerir que la cosa no es muy diferente más allá de las islas. En España, sin ir más lejos, otro estudio reciente realizado por la empresa tecnológica SPC concluyó que el 38 % de los jóvenes estaría dispuesto a desinstalar sus redes sociales. De hecho, un 13 % ya lo habría hecho de forma definitiva.

¿Pueden cambiar las cosas en el futuro?

Con descontento o sin él, lo cierto es que la popularidad y el éxito de las redes sociales actualmente están fuera de toda duda. La gran pregunta que cabría hacerse es la siguiente: ¿puede la tendencia cambiar en el futuro? A priori, viendo estos resultados, podría pensarse que sí, sin embargo, el tirón de lugares como Instagram o TikTok apunta a que más bien es al revés. 

Tal vez pensar en una sociedad que, en cierta manera, regresara al siglo XX sea absurdo en los tiempos que corren. Pero puede que no resulte tan ingenio imaginar que una cierta transformación en los usos de estas herramientas sí podría producirse. Todo apunta a que el exceso de conexión moderno, al menos en ocasiones, puede terminar por ser tan perjudicial como la falta de ella. 

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Etiquetas: estudios