Palo a Google, unos documentos desvelan que para entrenar a Gemini usó… ChatGPT

Teknalix junio 17, 2025 No hay comentarios

Palo a Google, unos documentos desvelan que para entrenar a Gemini usó… ChatGPT

En la guerra, en el amor, y en la IA, todo vale. Llámese violar el copyright, o usar los modelos de lenguaje de la competencia para mejorar los tuyos. Google mejoró y corrigió los fallos de su inteligencia artificial Bard, más tarde renombrada Gemini, usando las respuestas de ChatGPT.

Así se recoge en cientos de documentos a los que ha tenido acceso la prensa. No lo hizo la propia Google, sino la empresa Scale AI, a la que contrató para mejorar Bard.

Curiosamente, Meta ha invertido recientemente en Scale AI, y su CEO Alexandr Wang será unos de los 50 miembros de su Grupo de superinteligencia artificial, con el que aspira a alcanzar la AGI (Inteligencia Artificial General).

Así usó Google ChatGPT para mejorar a Gemini

En 2023, Google estaba muy por detrás de OpenAI en el mercado de la IA. A principios de año había presentado su primer chatbot, Bard, que era un completo desastre. Internamente, los propios empleados de la compañía aseguraban que era una versión “chapucera” y “precipitada”.

Según cuenta Business Insider, con Google en alerta roja porque veían que ChatGPT podría ser el sustituto de su buscador, Sundar Pichai contrató a Scale AI, una compañía especializada en mejorar los modelos de lenguaje utilizando miles de expertos en diferentes campos que corrigen, etiquetan y reescriben las respuestas de la inteligencia artificial.

La polémica radica en que Scale AI usó ChatGPT para mejorar Bard. Los términos de servicios de OpenAI prohíben “utilizar sus resultados para desarrollar modelos que compitan con OpenAI”. Y, supuestamente, es justo lo que hizo Google.

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Según los documentos a los que ha tenido acceso Business Insider, los empleados de Scale AI generaron miles de respuestas de ChatGPT y las compararon con sus propias reescrituras de las respuestas de Bard.

Usando esas respuestas de la IA de OpenAI como base, con el objetivo de igualarlas o mejorarlas, volvieron a reescribir las respuestas de Bard. Ese es el material que entregaron a Google para mejorar Bard, que meses después cambio el nombre por el actual Gemini.

Los contratistas de Scale AI obtenían un 15% de bonificación si creaban respuestas “mejores que las de ChatGPT”.

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En un comunicado enviado a BI, Scale AI asegura que comparar respuestas entre IA es un “procedimiento” estándar en el sector, y que no usaron esos datos para entrenar a Bard: “Scale no utilizó ni utiliza las respuestas de ChatGPT para entrenar a Gemini ni a ningún otro modelo”. Los documentos describen comparativas estándar, no el uso de ChatGPT para el entrenamiento”.

Por lo que parece, Scale AI no empleó directamente las respuestas de ChatGPT, porque sus empleados las reescribieron. Pero sin duda están basadas en ellas, y eso choca con la prohibición de Open AI de “utilizar sus resultados para desarrollar modelos que compitan con OpenAI”.

La decisión está en manos, primero, de OpenAI, que debe decidir si denuncia o no. Si lo hace, entonces un juez tendrá la última palabra. Desde fuera, lo que podemos sacar en claro es que la carrera para dominar la IA o, por lo menos, no quedarse atrás, es brutal, y las consideraciones éticas, o la ley, pasan a un segundo plano. Hay mucho dinero y mucho poder en juego.

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Etiquetas: Inteligencia artificial, Industria