Microsoft está siendo bastante criticada por abandonar, a partir de octubre de este año, a millones de usuarios que están todavía utilizando Windows 10 en su equipo.

Si bien los de Redmond van a permitir contar con un año excepcional de actualizaciones gratuitas, cumpliendo algún que otro requisito, puede que algunos usuarios no opten a ello.

Esta semana, The Restart Project, un grupo centrado en el derecho a reparar y la lucha contra la obsolescencia programada, ha lanzado una herramienta comunitaria llamada End of Windows 10 Toolkit, que está destinada a ayudar a los usuarios que no puedan actualizarse a Windows 11.

Este kit está pensado como una guía práctica, para no dejar solos a los usuarios ante este inminente cambio forzado que va a imponer Microsoft.

No todo el mundo puede actualizar de Windows 10 a Windows 11

Como bien sabrás, este conflicto viene por los estrictos requisitos de hardware de Windows 11, que han dejado fuera de la actualización a millones y millones de dispositivos en todo el mundo, y que funcionan a la perfección.

Desde The Restart Project consideran la postura de Microsoft como “innecesariamente restrictiva”, y advierten de que esto podría derivar en una gran cantidad de residuos electrónicos que pueden ser perfectamente evitables.

También denuncian que este cambio podría aumentar el riesgo de estafas y soluciones poco seguras para los usuarios menos expertos.

Otra organización, la Public Interest Research Group, criticó anteriormente que, si bien Microsoft ha ofrecido un año de actualizaciones excepcionales, esto es insuficiente para los más de 400 millones de ordenadores que van a quedarse atrás.

Curiosamente, se trata de un cambio que los más veteranos recordarán con Windows XP, pero en esta ocasión la comunidad está más organizada y cuenta con herramientas más poderosas para luchar contra este tipo de cambios impopulares.

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Etiquetas: Windows 11, Windows 10