“Nuestra misión es hacer ciencia que beneficie a la sociedad”
Teknalix junio 7, 2025 No hay comentarios

Cristian Canton Ferrer (Terrassa, 1980) será el próximo director asociado del Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS). El investigador catalán deja atrás más de ocho años de carrera profesional en el gigante tecnológico Meta, donde ha dirigido la investigación sobre integridad de la IA, para relevar en el cargo a Josep M. Martorell.
Doctor en Visión por Computador en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y experto en aprendizaje automático, Canton ha tenido una larga y exitosa etapa en el sector privado de Estados Unidos en la que también ha pasó cuatro años por Microsoft. Ahora, se incorpora al equipo directivo del BSC-CNS, hogar del MareNostrum 5, uno de los superordenadores más potentes del mundo.
Canton se sienta con EL PERIÓDICO para hablar de esta nueva etapa.
¿Cómo recibiste la propuesta de ser el nuevo director asociado del BSC?
El día 1 de enero siempre me pregunto qué quiero hacer en ese año que empieza. En 2025, llegué a la conclusión que quería dedicar los próximos 20 o 25 años a hacer algo para ayudar a que Catalunya siga adelante, para convertirla en el Silicon Valley de Europa. El talento lo tenemos, pero se marcha, y lo podemos reconducir. Tenemos recursos y, en el BSC, una máquina que no la tiene cualquiera. Buscaba algo para contribuir al país, algo que realmente fuese un reto. Cuando hablé con Pep Martorell lo tuve claro. Es ciencia para el bien y en una posición de liderazgo. No puedo imaginarme nada mejor.
Ha señalado en LinkedIn que en el BSC trabajará para “superar los límites de la ciencia”. ¿Cuál es el gran reto para su mandato en el BSC?
Hay muchos retos. Entre ellos, poner la IA en el centro. La IA es el hilo conductor y el catalizador de avances en la ciencia, como se ha visto en los últimos Premios Nobel, así que tendremos el reto de hacer pivotar al BSC para que sea un centro de IA con un supercomputador potentísimo debajo. En el BSC hay departamentos que utilizan modelos de lenguaje para sanidad, cambio climático y otros campos. ¿Cómo podemos organizarlo todo para hacer avanzar la ciencia? Este es el reto que tenemos.
Quiero ayudar a que Catalunya se convierta en el Silicon Valley de Europa
El BSC está apostando por talento puntero en IA como usted o Ricardo Baeza-Yates, que dirigirá su nuevo instituto de IA. El centro también recibirá unos 200 millones de euros para convertirse en una de las “factorías de IA” de la Unión Europea. ¿Hacia dónde irá el BSC en los próximos cinco años?
El proyecto europeo abre otra oportunidad para catalizar la ciencia al abrir el acceso a nuestro superordenador para que las empresas locales puedan usar su potencia de computación. Acompañarles será otro de nuestros grandes retos. Es algo que nunca se ha hecho y si lo logramos podremos tener un impacto muy claro en la sociedad y en el tejido empresarial. El BSC no solo hace ciencia muy buena, hace transferencias de tecnologías e impulsa start-ups, sino que, además, puede empoderar a las empresas más pequeñas y darles acceso a unos recursos que nunca habían tenido para darles un empuje. Si lo conseguimos seremos los pioneros de Europa.
Si conseguimos empujar a las empresas dándoles recursos que hasta ahora no habían tenido seremos los pioneros de Europa
En su rol como directivo en Meta se centró especialmente en la IA generativa. ¿Poner el foco en este campo, ampliamente usado con fines comerciales, amenaza con dedicar menos recursos a otras tecnologías como las que el BSC usa para sus investigaciones científicas?
La IA generativa está rápidamente eclipsando todo el campo de la IA porque realmente funciona muy bien. Al principio, como con otras tecnologías, no se le veía la gracia, pero después que las grandes empresas hayan invertido cantidades monstruosas en estas herramientas se ha visto que pueden realizar ciertas tareas, lo que antes era imposible. ¿Soluciona la IA generativa todos los problemas? No. Además, entrenar o ejecutar uno de esos modelos requiere de muchos recursos y matar moscas a cañonazos tampoco es lo correcto. Yo pediría prudencia, mantener las herramientas que ya sabemos que funcionan e invertir en las que hasta ahora no teníamos, como el modelo Aina. Hay que diversificar el porfolio.
¿Cómo puede la sociedad sacar partido de un superordenador tan potente como el MareNostrum 5?
Tenemos muchos proyectos, desde los que ya están en marcha, como el que calcula los niveles de contaminación en Barcelona, hasta los que están en el horizonte, como el diseño de chips. ¿Cómo influye esto? Ahora no se ve, pero si dentro de 10 años Europa es soberana en el diseño y fabricación de microprocesadores y corta su dependencia de los manufactureros del resto del mundo eso nos permitirá tener unas oportunidades que ahora no tenemos.
Tecnología con impacto social.
Así es. La gracia está en que la investigación que hace el BSC no es una entelequia, sino ciencia aplicada. Todos los proyectos tienen una aplicación útil. En las grandes corporaciones haces modelos de IA para enriquecer a los stakeholders (grupos de interés, como los inversores). En el BSC nuestra misión no es enriquecer a nadie, sino hacer que la máquina y la ciencia que se hace con ella tenga una aplicación en campos como, por ejemplo, la biología.
Todos los proyectos del BSC son ciencia que tiene una aplicación útil
Un cambio importante después de 13 años trabajando para Silicon Valley.
Si, personalmente fue un cambio de paradigma radical. He pasado de hacer IA para que las acciones de mi compañía suban a no tener acciones en mi nuevo proyecto. Hago IA o ciencia para beneficiar a la gente. Y es un cambio que acepté muy contento.
Aun así, en Meta siempre trabajó en ética responsable.
Si, entré en Facebook a través de una hackathon en la que nos pedían crear una IA para seguridad infantil. Entonces, era experto en reconocimiento facial en Microsoft y la IA aún iba en pañales. Teníamos una base de datos de niños desaparecidos en EEUU y otra en la que había servicios de prostitución. Después de tres días programando, diseñamos un programa. Y, meses después, me explicaron que sirvió al FBI para rescatar a una niña.
¡Guau!
Recuerdo que le dije a mi mujer que lo que quería hacer era IA para el bien común. En Meta lideré todos los equipos para detectar pornografía infantil, terrorismo, tráfico de drogas, de órganos… Todo lo que la gente no quería hacer. Pero veías que podías usar la IA para salvar vidas. Esta fue mi carrera en EEUU.
En Facebook vi que se puede usar la IA para salvar vidas
¿Qué podrá hacer en el BSC que no podía hacer en Meta o Microsoft?
Como en cualquier gran corporación, tu mandato está muy definido. Puedes tener una misión más o menos noble, pero al final se trata de una empresa que quiere ganar dinero y eso te obliga a operar, a hacer ciencia, de forma distinta. Tenemos una presión por la inmediatez que me alegro de no tener en el BSC. A veces, la ciencia requiere de más tiempo del que tienes.
En Facebook hice una serie de temas en los que estaba muy contento de poder trabajar porque era hacer algo bueno para la sociedad y esa siempre ha sido mi misión vital. En el BSC lo seguiré haciendo, pero explicar cómo haré ciencia para mejorar la vida en el mundo es más fácil que explicar una IA que se usará para que los usuarios estén más rato mirando anuncios.
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