Los móviles de gama media hacen fotos cada vez mejores, pero también es cierto que han ido perdiendo lentes de cámara por el camino con el paso de los años.

No siempre es sencillo entender qué configuraciones de cámara son las mejores en un móvil, sobre todo cuando a la óptica de las lentes (angular, ultra gran angular, teleobjetivo, macro o de profundidad) se le añade también la resolución de los sensores. 

Porque al final todos acabamos pensando como el refrán: ande o no ande, caballo grande. Y cuantos más megapíxeles, mejor, llegando hasta 200 en los móviles actuales.

Uno de los últimos móviles que han pasado por mis manos ha sido el Honor 400 estándar, un terminal de gama media alta que parte de los 500 euros, pese a lo cual tan solo tiene una cámara trasera dual, que al mismo tiempo es uno de sus mayores argumentos de compra por sus buenos resultados.

Estas son sus 2 cámaras traseras:

• Angular: 200 MP (f/1.9), 1/1.4”, OIS
• Ultra gran angular y macro: 12 MP (f/2.2), 112 grados ​

Al analizar este terminal, me he propuesto contarte en qué cosas es mejor la cámara de 200 megapíxeles del Honor 400 y en qué otras es preferible buscar terminales con un teleobjetivo, no tan común en la gama media, pero presente en modelos como el Nothing Phone (3a) Pro, que parte de los 459 euros, o del Honor 400 Pro, más caro, desde 799 euros.

A favor de los 200 MP

Con una mayor resolución, los sensores de 200 megapíxeles como los del Honor 400 estándar tienen sus ventajas, por lo que una configuración con menos sensores puede ser también una buena idea.

Entre los beneficios se encuentra que la estética es más coherente que en los móviles con varios sensores, ya que no hay que hacer tan a menudo el cambio entre ellos.

Esto parece algo anecdótico, pero la diferencia de colores e iluminaciones puede ser muy grande, hasta el punto de que parece que has hecho la foto con otro móvil o que es otra hora del día si la calibración de la marca no es muy buena.

Los sensores de mucha resolución también tienen en común que por lo general permiten la entrada de más luz.

La mayor iluminación se debe a una apertura focal muy amplia, ya que es necesaria mucha luz para capturar tomas con una resolución tan bestial como 200 megapíxeles, es decir, lo que permite tomar fotos que pesen hasta 200 MB sin comprimir. 

Además los sensores de elevada resolución suelen disponer de tecnologías de fusión de píxeles o pixel binning, ya que combinan varios píxeles pequeños en grupos de píxeles grandes, más luminosos. Esto puede ser muy útil por ejemplo en el modo noche.

Y luego está el zoom, un apartado en el que los sensores de alta resolución pueden ofrecer beneficios. 

En escenas de mucha luz, en las que los 200 MP puedan llenarse de detalles, usar el modo de máxima resolución permite ampliar con facilidad detalles que solo ocupan una fracción de la foto sin tener que recurrir al zoom.

En mis pruebas, con las fotos de 200 MP, he podido recortar detalles que equivalen a 5x o incluso más sin que se lleguen a notar apenas pixelada la imagen al acercarla. Eso sí, siempre es recomendable utilizar esta técnica, porque el zoom digital sí tiende a fallar.

A favor del teleobjetivo de 50 MP

También hay muchas razones a favor de elegir móviles con cámaras teleobjetivo, que normalmente son de 50 MP pero pueden variar en resolución, en lugar de las lentes principales de 200 MP como las del Honor 400.

El beneficio más evidente es el zoom, que es mejor en la mayoría de las situaciones que el de las lentes con mayor resolución que usan zoom digital. Esto se debe a que el zoom es óptico, es decir, se basa en la propia lente y no hace perder calidad.

Los teleobjetivos más comunes en la gama media son los de 50 MP con 2x o 3x de zoom óptico, pero en la gama más alta se encuentran periscopios de 5 o incluso de 10x. Estas lentes son las que mejor permiten aumentar detalles lejanos por lo general.

En fotografía los beneficios pueden no ser tan claros, porque a día de hoy el zoom usa tecnologías como la IA para suplir donde no llega la óptica, pero la nitidez al acercar la imagen que se consigue con el teleobjetivo es mucho más evidente en el vídeo, donde marca mucho más la diferencia en mi experiencia.

El punto en el que el telefoto supone una mayor mejora es la versatilidad mayor que permite en casos como por ejemplo en los retratos.

Con la mayoría de los teleobjetivos, tienes la opción de usar el modo retrato con 2x o 3x, según su óptica, lo que permite tomar primeros planos sin tener que acercarte demasiado, algo que no solo es molesto, sino que además deforma al sujeto. En muchos smartphones, el modo retrato no puede usarse con zoom o pierde demasiada calidad, algo que no pasa con el telefoto.

Los teleobjetivos suelen tener distancias ópticas más largas, equivalentes a 50 o 72 mm en las cámaras reflex, frente a los 25 mm que suelen equivaler las lentes principales de 1x.

La mayor parte de retratos de estudio se hacen en 50 mm por un motivo: es la óptica más parecida a la del ojo humano en la forma de enfocar y desenfocar los elementos. 

Además, si usas telefotos con 72 mm, esto compacta la profundidad focal de la imagen, haciendo que la persona destaque más sobre el fondo y consiguiendo una toma más íntima y profesional.

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Etiquetas: Fotografia