encuentran una vulnerabilidad de seguridad crítica en todas las distros que deja tus datos vendidos
Teknalix julio 7, 2025 No hay comentarios

Linux es conocido por su seguridad, gracias a su estabilidad y resistencia a virus y malware, pero ni siquiera un sistema tan sólido está libre de riesgos. Un reciente descubrimiento demuestra que el cifrado del disco duro puede no ser suficiente si un hacker logra acceder físicamente a tu equipo.
Aunque las distribuciones GNU/Linux están diseñadas para ofrecer un control total al usuario, así como un alto nivel de protección, un reciente informe de la empresa ERNW ha encendido las alarmas.
Expertos en ciberseguridad han detectado una vulnerabilidad que afecta a Ubuntu 25.04, Fedora 42 y potencialmente a otras versiones del sistema. Lo preocupante es que no se trata de un fallo técnico en sí, sino de un descuido de diseño que deja una puerta abierta donde no debería haber ninguna.
Una peligrosa vulnerabilidad que ataca a las distros Linux
Al escribir varias veces mal la contraseña para descifrar el disco, el sistema activa un debug shell, que es una terminal de depuración pensada para tareas técnicas. El problema es que esa terminal también puede ser usada por un pirata informático con acceso físico al dispositivo.
Desde ese shell, basta con conectar una memoria USB con las herramientas adecuadas para modificar el initramfs, que es el sistema de archivos que se ejecuta justo antes de que arranque el sistema principal. Como no está firmado ni protegido, se puede alterar sin restricciones. Una vez inyectado el código malicioso, el equipo se reinicia y no muestra ningún rastro del ataque.
Cuando el usuario escribe la contraseña, el malware se activa, ya sea un keylogger, un backdoor para acceso remoto o una rutina para extraer datos cifrados, el resultado es que pierdes el control de tu sistema sin saberlo. Tus archivos pueden acabar en la dark web y tu privacidad estaría comprometida.
Cabe señalar que no todas las distribuciones están afectadas. Por ahora, se ha confirmado que sistemas como OpenSUSE Tumbleweed están fuera de peligro. Sin embargo, Ubuntu y Fedora sí presentan este comportamiento por defecto, lo que las convierte en objetivos potenciales.
Este tipo de ataque no es masivo ni automatizado, es lo que se conoce como un ataque “evil maid”, un término usado en ciberseguridad para referirse a intervenciones físicas discretas y rápidas.
La gravedad del caso no está en la facilidad de ejecución, sino en la falsa sensación de seguridad. El cifrado de disco, el arranque seguro y la contraseña del sistema no sirven de nada si alguien puede manipular libremente la fase previa al inicio.
Linux tiene merecida fama de ser seguro, pero eso no lo hace infalible. Su código abierto permite que cualquier persona revise y refuerce sus capas de protección, pero también permite que pequeñas decisiones mal planteadas para contextos reales de ataque, se conviertan en brechas serias.
Este no es un fallo de programación, ni una vulnerabilidad explotable a distancia, sino que es una puerta que se ha dejado abierta, pensada para facilitar la depuración técnica… pero que puede acabar usándose para colarse sin permiso. El sistema te protege, sí, hasta que deja de hacerlo.
En este caso, la ausencia de verificación en el initramfs —que puede ser modificado sin romper el cifrado ni el arranque— convierte al equipo en un blanco accesible para quien sepa lo que hace. Y eso, hoy, es más común de lo que parece.
Qué puedes hacer para protegerte
La buena noticia es que la solución existe y es fácil de aplicar, al menos para usuarios con conocimientos básicos. Puedes configurar tu sistema para que se reinicie automáticamente tras varios fallos al introducir la contraseña, evitando así el acceso al shell de depuración.
También es recomendable firmar el initramfs o bloquear el acceso a cualquier terminal antes del arranque completo. Son pasos sencillos que pueden marcar la diferencia. Algunas distros ofrecen ya opciones para reforzar esta parte del proceso, pero no siempre vienen activadas por defecto.
Otra medida eficaz es reforzar la protección física del equipo, como establecer una contraseña en la BIOS o en UEFI, cifrar también el arranque, e incluso configurar el equipo para que solo arranque desde el disco interno, bloqueando el uso de USB no autorizados.
Si trabajas con datos personales o simplemente no quieres correr riesgos innecesarios, vale la pena revisar estos parámetros. La seguridad real no está en confiar ciegamente en un sistema de cifrado, sino en conocer sus límites y cerrar cualquier rendija que pueda explotarse.
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Etiquetas: seguridad, Linux
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