Los eclipses de Sol se producen, como mucho, un par de veces al año, y apenas duran 10 minutos. La Agencia Espacial Europea (ESA) ya puede provocar eclipses artificiales cada 19,6 horas, con una duración de hasta 6 horas. Es una tecnología clave para saber más sobre las tormentas solares, que tantos problemas están provocando.

La misión Proba-3 de la ESA está liderada por España y Bélgica, aunque cuenta con participación de 14 países y 40 compañías de la Unión Europea y Reino Unido. Un ejemplo más de que la colaboración entre países puede conseguir cosas que en solitario sería imposible, debido al alto coste monetario y tecnológico.

Seis empresas españolas han participado en el proyecto. Sener es el principal contratista de la misión, y se ha encargado de diseñar y construir los dos satélites que han provocado el eclipse artificial de Sol, junto con la filial española de Airbus Defense and Space.

Así se produce un eclipse de Sol artificial en órbita

La empresa GMV es la responsable del sistema de navegación y vuelo, mientras que Crisa ha proporcionado la interfaz eléctrica, Thales el transpondedor, y Deimos el análisis de la misión.

La misión Proba-3 se lanzó al espacio desde la India, el 5 de diciembre de de 2024. Los dos satélites españoles, llamados Occulter (Ocultador) y Coronograph (Coronógrafo) orbitan alrededor del Sol a 60.000 Kilómetros de distancia de la Tierra. Ambas naves tienen alrededor de 1,5 metros de diámetro, y pesan enre 200 y 300 Kilos.

El gran hito de esta misión es que los dos satélites vuelan de forma coordinada, a 150 metros de distancia, con una increíble precisión de 1 milímetro. Esto permite que el Ocultador tape el Sol haciendo visible la corona solar, responsable de las tormentas solares que tantos problemas causan en las comunicaciones terrestres. Puedes verlo en este vídeo:

La ventaja de usar este sistema, con respecto a un coronógrafo que se emplee en la Tierra, es que a 60.000 Kilómetros, en el espacio profundo, no hay contaminación lumínica, así que las mediciones y los datos extraídos de la corona solar, son mucho más precisos y abundantes. Además los satélites están mucho más cerca del Sol.

El instrumento más importante es el ASPIICS, que sirve para observar la corona solar bajo diferentes espectros de luz.

Otros instrumentos instalados en los satélites son el Radiómetro Digital Absoluto (DARA), que medirá la irradiancia solar total, es decir, cuánta energía emite el Sol en cada momento. El Espectrómetro de Electrones Energéticos 3D (3DEES) detectará electrones en los cinturones de radiación de la Tierra, midiendo su dirección de origen y sus niveles de energía.

La Agencia Espacial Europea lidera el estudio de la corona del Sol, que es donde se forman las tormentas solares. Puede ser clave para encontrar una forma de anticiparse o de mitigar sus efectos, que están destruyendo cientos de satélites de Starlink, además de cortar el GPS, y provocar apagones.

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