Científicos han creado la que es considerada la primera bomba de agujero negro funcional, aunque, por suerte para todos, solo se ha creado a nivel de laboratorio.

Como imaginarás, esta bomba no utiliza un agujero negro real, sino que simula su comportamiento amplificador de campos magnéticos mediante un sistema de espejos giratorios.

Con esto, se libera una gran energía que, en condiciones reales, podría llegar a igualar la explosión de una supernova.

Para entender esto, cabe aclarar que el principio detrás de esta bomba es la superradiancia, un fenómeno cuántico en el que ondas electromagnéticas ganan energía al interactuar con objetos giratorios como un agujero negro.

Si se colocara un espejo alrededor de un agujero negro rotatorio, las ondas pueden rebotar indefinidamente, extrayendo energía del agujero en un ciclo de amplificación sin fin, hasta causar una explosión masiva.

Y claro, los investigadores replicaron este efecto en un laboratorio, pero en esta ocasión usando un cilindro de aluminio giratorio de 4 cm, rodeado por tres capas de bobinas metálicas que reflejan los campos magnéticos. 

Así, el sistema logró generar una amplificación exponencial de señales magnéticas, hasta el punto de hacer estallar componentes eléctricos durante la prueba.

“No hay nada en la física que impida construir una versión real con un agujero negro”, afirma el profesor Vito Cardoso, experto en superradiancia del Instituto Superior Técnico de Portugal.

Este mismo principio podría alimentar ciudades enteras con energía limpia, extraída del vacío, pero, por otra parte, también podría provocar una explosión descontrolada si no se regula correctamente: “Cualquier tecnología con un poder inmenso puede volverse peligrosa. Todo depende de cómo se controle”, añade Cardoso.

Conoce cómo trabajamos en ComputerHoy.