Adquirir un avión de aerolínea con capacidad para 129 pasajeros, por apenas 8.700 euros, parece un chollo. Pero eso es solo la punta de iceberg. ¿Cómo lo transportas hasta tu casa? ¿Cómo lo restauras? Y, peor aún, ¿qué haces si te encuentras con una “bomba” en su interior?

Esta es la historia de Ismael Lara y su hermano, habitantes de la ciudad de El Paso, en Texas, que decidieron comprar un Boeing 727 de hace 59 años en una subasta del ayuntamiento. Con un precio de partida de solo 1.000 dólares, la ganaron por una cantidad de 10.132 dólares, unos 8.700 euros.

Los hermanos Lara querían reformarlo para convertirlo en una atracción turística educativa para que los niños puedan aprenden la historia y los conceptos de la aviación. Pero una cosa es imaginarlo, y otra hacerlo…

Una desagradable sorpresa dentro de un Boeing 727 abandonado

Por los datos de la subasta, este Boeing 727 había transportado prisioneros de los U.S. Marshall, y también pasajeros con la aerolínea charter Blue Falcon Corp, según cuenta Popular Science. Pero su CEO falleció, irónicamente, en un accidente de avión, y desde entonces habían dejado de pagar el aparcamiento.

Tras 20 años abandonado, el ayuntamiento lo embargó, y decidió subastarlo en enero pasado. Los hermanos Lara ganaron la subasta, así que se enfrentaron al primer problema: ¿cómo transportar un avión de casi 50 metros de largo y 39 metros de envergadura?

Tuvieron que contratar dos grúas, una docena de trabajadores y dos camiones pesados. Durante semanas, los trabajadores desmontaron el avión en varias partes, una tarea muy pesada y complicada, porque la mayoría de los tornillos estaban oxidados.

Y entonces, ocurrió lo inesperado. Al desmontar los tanques de combustible… descubrieron que estaban llenos. Inmediatamente llamaron al aeropuerto, y la respuesta fue de lo más inquietante: “Chicos, ustedes tienen ahí una bomba”.

El combustible llevaba en los tanques 20 años, y en ese tiempo se degrada, hasta el punto de que puede explotar. Tuvieron que contratar a un equipo experto en manipular sustancias tóxicas peligrosas, que cobraba 2 euros por cada litro de combustible extraído. La factura ascendió a 25.000 dólares, solo para sacar el combustible.

Sumando el transporte, montaje y restauración, los hermanos Lara calcularon que acondicionar el avión les costaría 250.000 dólares, unos 215.000 euros.

Su idea en añadir pantallas en el interior y convertirlo en un museo de la aviación. Tienen pensado instalar un camión de comida en el exterior, e invitar a artistas locales para que decoren el fuselaje del Boeing 727.

Si el proyecto turístico no sale bien, lo venderán como una casa exótica en Airbnb. Ya hay algunas casas-avión que han tenido un gran éxito…

Como hemos visto, comprar un Boeing 727 por 8.000 euros parece un chollo. Lo complicado, y caro, es lo que viene después…

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