“A medida que la IA sea más popular, la necesidad de protegernos crecerá”

Teknalix junio 17, 2025 No hay comentarios

“A medida que la IA sea más popular, la necesidad de protegernos crecerá”

En plena carrera por integrar la inteligencia artificial en todos los aspectos de la vida, uno de los mayores expertos en ciberseguridad lanza una advertencia, afirma que cuanto más se extienda la IA, mayor será la exposición a nuevas formas de ciberataques. Y, por tanto, más urgente será reforzar la seguridad digital.

Así lo afirma Isaac Ben-Israel, una de las voces más respetadas, desde la Universidad de Tel Aviv, donde dirige uno de los centros de investigación más avanzados en ciencia, tecnología y seguridad, alerta de un escenario que ya no pertenece al futuro.

Sistemas conectados que dependen de inteligencia artificial, así como algoritmos, estos pueden ser vulnerables a ciberataques invisibles y muy peligrosos. En un mundo donde las infraestructuras críticas, como las eléctricas o las de abastecimiento de agua, se gestionan mediante código, el concepto de guerra ha cambiado para siempre.

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El arquitecto de la ciberdefensa israelí

Ben-Israel fue general del ejército, jefe de investigación, así como desarrollo del Ministerio de Defensa, asesor directo de varios gobiernos israelíes y el creador de la estrategia nacional de ciberseguridad que ha convertido a Israel en una potencia digital. 

Gracias en parte a su impulso, hoy ese país concentra cerca del 10 % del mercado global de ciberdefensa, exportando tecnología y conocimiento a todo el mundo.

Para él, la transición de la defensa militar tradicional a la defensa digital fue evidente desde hace décadas, donde la informatización de las infraestructuras fue el punto de inflexión. 

Cuando el control de una central energética, una red de transporte o una planta de tratamiento de agua depende de ordenadores conectados, también se abren puertas —invisibles, pero reales— a posibles piratas informáticos.

Casos como el apagón masivo que sufrió Ucrania tras un ciberataque ruso o el sabotaje a la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz mediante el virus Stuxnet no fueron accidentes. 

Son ejemplos concretos de cómo las guerras modernas se combaten con software, no con bombas. Como dice Ben-Israel, “el atacante siempre tiene ventaja. Basta una ventana abierta para que todo el sistema quede comprometido”. 

La inteligencia artificial como nuevo factor de riesgo

El crecimiento de la inteligencia artificial ha traído consigo enormes avances, pero también nuevas preocupaciones. Cuantos más sistemas dependan de algoritmos —desde el tráfico aéreo hasta las finanzas o la distribución energética—, más oportunidades hay para quien quiera encontrar una grieta.

Ben-Israel advierte de que la IA no solo puede ser víctima, también puede ser arma. Automatizar los ataques, adaptarse a los cambios en tiempo real o camuflarse entre millones de líneas de código hace que los ciberataques impulsados por chatbots sean más peligrosos, más rápidos y mucho más difíciles de detectar.

En este contexto, la seguridad informática ya no se limita a proteger ordenadores o servidores. Se trata de anticiparse a un adversario que puede escanear sistemas complejos, entender su funcionamiento en segundos que afectan a la población sin necesidad de disparar una sola bala.

Pegasus y los límites de la ciberguerra

Cabe señalar que la mayoría de las inversiones en ciberseguridad están orientadas a la defensa, pero también existe un componente ofensivo. Herramientas como Pegasus, el software espía desarrollado por NSO Group y autorizado por el Estado israelí, han generado un debate que no se puede obviar.

Ben-Israel defiende una visión pragmática donde, según él, la responsabilidad no recae solo en el vendedor, sino también en el comprador. Argumenta que, como ocurre con cualquier herramienta potencialmente peligrosa, todo depende del uso que se haga de ella.

Seguridad en Android

¿Hasta qué punto deben los Estados intervenir para limitar el uso de tecnologías intrusivas? ¿Es posible mantener un equilibrio entre la necesidad de protegerse y el respeto a los derechos fundamentales? La ciberguerra ha derribado muchas fronteras, también las legales y morales.

La inteligencia artificial promete transformar el mundo, pero también lo expone a nuevos peligros. Las guerras del futuro se ejecutarán desde pantallas, con líneas de código que pueden cambiar el curso. Ben-Israel no es alarmista, es realista: si todo está conectado, todo debe estar protegido.

De esta manera, la ciberseguridad es una prioridad política, económica y social. En un mundo donde las amenazas evolucionan más rápido que las leyes, la vigilancia constante, la cooperación internacional y la inversión en talento serán claves para garantizar un futuro seguro.

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Etiquetas: Inteligencia artificial, seguridad