la nueva moneda de cambio entre Nvidia y China son las tierras raras para la IA
Teknalix julio 17, 2025 No hay comentarios

Resulta curioso ver como el panorama y la actualidad cambia de un día para otro cuando entran en juego muchos millones de dólares y grandes empresas comienzan a ver temblar sus cimientos. Hace solo unas semanas, Nvidia parecía dispuesto a decir adiós al mercado chino, presionado por las fuertes restricciones de exportación de Donald Trump.
Pero la historia ha dado un giro de 180 grados y parece que la clave de todo esto no ha sido el dinero, sino los minerales que China controla, es decir, tierras raras como el lantano, el cerio o el disprosio, indispensables en todo, desde móviles hasta coches eléctricos y, por supuesto, las propias tarjetas gráficas de Nvidia.
China tiene bajo su suelo cerca del 80% de las reservas mundiales de tierras raras y cuando Pekín decidió frenar sus exportaciones como respuesta a los nuevos aranceles estadounidenses, la situación se volvió demasiado incontrolable.
Por aquel entonces, la reacción de Pekín fue magistral y cualquier empresa que quisiera importar tierras raras o imanes fabricados en China necesitaría una licencia especial, que puede ser denegada si se sospecha que el material acabará en tecnología militar o en manos de rivales estratégicos. En pocas palabras, lo mismo que hizo EEUU con Nvidia, por ejemplo, y sus chips H20 de IA.
Ahora esta situación, viendo lo mucho que ambos pierden, ha cambiado en cierta forma y el trueque se ha dado de forma casi natural. Estados Unidos acepta flexibilizar los controles y permitir la venta de chips avanzados —aunque no los más punteros— como el H20 y la nueva RTX Pro de Nvidia al gigante asiático. A cambio, China reactiva el suministro de tierras raras.
Tierras raras por chips IA, el truque perfecto entre Pekín y Jensen Huang
El gran problema con respecto a las tierras es que no son especialmente abundantes y tienen propiedades únicas, como generar imanes ultrapotentes en poco espacio. Por ejemplo, el neodimio es el ‘rey’ de los imanes modernos, vital para motores de vibración y sistemas de audio en el móvil, o para hacer posible que un coche eléctrico arranque con solo pisar un botón.
Para que te hagas una idea, y solo por poner un ejemplo, un coche eléctrico lleva, de media, un kilo de imanes hechos con tierras raras; una turbina marina puede necesitar hasta seis toneladas. Hasta ahora, Occidente había dado por hecho que siempre podría comprarlas a buen precio en el mercado global. Pero China jugó a largo plazo y se aseguró el control de toda la cadena, desde la mina hasta el refinado.
Que esto ahora se relaje, para Nvidia supone continuar con su presencia en un mercado que para ellos supuso casi el 13% de sus ventas globales en 2024 y generó más de 17.000 millones de dólares el año pasado. Para Estados Unidos, es la garantía de poder acceder a materiales que no son solo imprescindibles para desarrollar inteligencia artificial, sino para mantener activas compañías de todo tipo.
Sin embargo, esta jugada no ha gustado a todos y en el Congreso de EEUU, tanto demócratas como republicanos han puesto el grito en el cielo: “No puede ser que relajemos el control sobre tecnología sensible solo porque necesitemos minerales”, denunció el representante Raja Krishnamoorthi.
Sin embargo, desde el Departamento de Comercio defienden la decisión: “No les vendemos lo mejor, ni lo segundo ni lo tercero”, remarcó el secretario Howard Lutnick, insistiendo en que la seguridad nacional no corre peligro mientras todo este comercio siga bajo vigilancia. Además, el acuerdo incluye que solo se levanta el veto para chips destinados a uso civil.
Apple también se quiere sumar a la ‘moda’ de las tierras raras y lanza un golpe maestro de 500 millones de dólares
Siguiendo precisamente con esta locura por las tierras raras, los de Cupertino han firmado un acuerdo de 500 millones de dólares para asegurarse el suministro de imanes de tierras raras fabricados enteramente en Estados Unidos.
Pero que estas sean tan importantes como para volver locos a decenas de gobiernos y países va mucho más allá de lo tecnológico y la demanda se ha disparado con la electrificación, las renovables y la transición ecológica. Las tierras raras se han convertido en la nueva gasolina y ningún país quiere quedarse fuera de su trozo del pastel.
Hasta ahora, China controlaba cerca del 80% de la producción de estos materiales, marcando los tiempos y el precio para el resto del mundo. Así que el paso de Apple no solo supone dependencia de este país y separar, una vez más, EEUU de China, también marca el inicio de una nueva etapa para los creadores de iPhone.
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Etiquetas: NVIDIA, GPUs, Inteligencia artificial, Estados Unidos, Hardware, Software, Economía
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