Hasta ahora, cada vez que aplicábamos una actualización en el sistema operativo Windows, el sistema se reiniciaba al menos una vez, afectando a nuestro trabajo, dado que teníamos que esperar un tiempo considerable y cerrar absolutamente todos los programas que teníamos abiertos.

Por suerte, Microsoft ha comenzado a implementar una mejora para los entornos empresariales que utilizan Windows 11. Y es que, desde ahora, las políticas de actualización de calidad gestionadas a través de Microsoft Intune tendrán activado por defecto el sistema de Hotpatching, que permite aplicar actualizaciones sin necesidad de reiniciar el equipo.

Es decir, que con esto se van a reducir los tiempos de inactividad y mejorar la continuidad operativa en oficinas y empresas.

La función ya está disponible a través del servicio de Windows Autopatch, y su activación automática mediante las nuevas políticas está orientada a simplificar la configuración para administradores de TI.

Así que, con esto, se va a permitir aplicar parches de seguridad y actualizaciones de calidad sin reiniciar el equipo, algo útil sobre todo en entornos empresariales, donde los reinicios pueden interrumpir los flujos de trabajo.

Si bien esta solución ya fue introducida en mayo, ahora se extiende como configuración predeterminada en nuevas configuraciones de Intune, la plataforma de gestión de dispositivos móviles de Microsoft.

Si bien de momento esto está dirigido al entorno empresarial, la posibilidad que se nos da de mantener los sistemas actualizados y protegidos sin interrupciones visibles marca un punto de inflexión en lo que podría acabar siendo el futuro de las actualizaciones del sistema operativo.

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Etiquetas: Windows 11