Si hay algo que me ha dejado boquiabierta y que ciertamente me ha sorprendido del Honor 400 Pro, tras probarlo varios días, es su cámara. Y no, no es solo por los números espectaculares del sensor principal, sino por cómo la IA ha cambiado por completo la experiencia de hacer fotos con el móvil y sí, en mi opinión, para bien.

Lo primero que llama la atención, obviamente, es el sensor principal de 200 megapíxeles. Puede sonar a cifra de marketing, pero la realidad es que cada foto tiene un nivel de detalle muy top. 

Los colores son lo que deben ser, colores, los cielos salen con gran intensidad y los retratos tienen ese toque de calidad experta que antes solo veías en móviles mucho más caros. Y si eres de los que se obsesionan con el zoom, te permite hacer zoom de hasta 30x manteniendo una nitidez bastante respetable. 

Pero lo que de verdad marca la diferencia es la inteligencia artificial. El Honor Image Engine analiza cada escena y ajusta los parámetros para que la foto salga perfecta, incluso si no tienes ni idea de fotografía. ¿Hay mucho contraluz? La IA equilibra luces y sombras. ¿El cielo está algo soso? Te lo realza sin pasarse. Esto último es lo que realmente importa, no es excesivo.

Otra función que me ha encantado y que alucinantemente no hace cosas horrendas es la de crear vídeos a partir de imágenes estáticas. 

Puedes coger varias fotos y la IA se encarga de animarlas, mezclarlas y montar un vídeo. No es que sea algo que vas a usar de forma diaria, pero ahí está para demostrar que la IA de calidad en los móviles existe.

La cámara frontal de 50 megapíxeles tampoco se queda atrás. Los selfis salen perfectos, con buen color y la IA ayuda a que siempre salgas bien, incluso en interiores o de noche. El algoritmo especializado en retratos hace que los fondos se difuminen de forma natural y tu cara siempre quede bien enfocada, sin, de nuevo, ese efecto artificial que a veces estropea las fotos.

¿El precio? No es el móvil más barato, pero si pones por encima de toda la fotografía y quieres un móvil que no te deje el bolsillo tiritando, pero que cumpla en este campo, el Honor 400 Pro es una inversión que merece la pena. Por menos de 800 euros tienes una cámara que compite de tú a tú con los mejores.

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