Meta, Google y OpenAI tienen un objetivo común: ser los primeros en desarrollar la inteligencia artificial general. Un reto complicado, si se presta atención a lo que suelen decir la mayoría de expertos en relación con esta supuesta evolución de la inteligencia artificial. 

Supuesta porque, aunque la teoría está más o menos clara, la práctica ni mucho menos ofrece el mismo consenso por parte de nadie. 

Es más, algunas de las figuras más importantes relacionadas con esta tecnología ni tan siquiera tienen claro que la AGI (como se conoce por sus siglas en inglés) sea factible. Otros apuntan a que los tiros irán por otra dirección: IA más baratas y agentes especializados. 

Entonces, ¿por qué tanto interés por desarrollarla, incluso invirtiendo para ello ingentes cantidades de dinero? 

Meta, Google, OpenAI y la búsqueda de la inteligencia artificial general

Hace apenas unos días, Meta (creadores de Facebook) anunciaban la flamante compra del 49% de Scale AI por unos 14.300 millones de dólares, junto con la incorporación de Alexandr Wang, su fundador. Un golpe encima de la mesa con el que pretenden adelantarse a la competencia, principalmente Google y OpenAI, en la carrera por la inteligencia artificial general. 

Por supuesto, estas tampoco están lo que se dice de brazos cruzados. Google quiere ser líder en IA, y para ello está invirtiendo en sus propios proyectos a través de DeepMind y Google Brain. Su cofundador, Sergey Brin, afirma que esperan alcanzar la inteligencia artificial general antes de 2030, mientras Demis Hassabis apuesta también por una llegada hacia finales de esa década. 

Las cifras millonarias también están en OpenAI. La compañía de Sam Altman fue respaldada por Microsoft con más de 13,000 millones, y su CEO Sam Altman asegura que la humanidad está muy cerca de construir una superinteligencia, señalando la capacidad de ChatGPT como “más poderosa que cualquier humano” en muchos aspectos. Incluso cree que la tecnología para ello ya existe.

¿Por qué tanto afán por ser los primeros? Está claro que aquel que golpea en primer lugar tiene todas las de ganar en cualquier negocio. Y el problema es, principalmente ese, que la IA es, y tiene pinta de ser, cada vez más, un negocio. De hecho, muchos expertos coinciden en que uno de los riesgos de la AGI sería que su poder se concentrara en unas pocas empresas.

La “superinteligencia artificial”, ¿realidad o ilusión?

A pesar de todos estos esfuerzos, gente como Yann LeCun, una de las voces más respetadas con respecto a la IA, no creen en la inteligencia artificial general. Es más, el especialista ha declarado en más de una ocasión que está harto de escuchar hablar de ese término. ¿Por qué? Pues porque según él no se ajusta en nada a la realidad, así de sencillo. 

¿Es posible que compañías como Google, OpenAI o Meta estén equivocadas? Y si realmente están en lo cierto, ¿qué riesgos existen para la humanidad, si realmente hay alguno? Estas son preguntas que, si Sam Altman tiene razón, se revelarán durante los próximos diez años. De lo contrario, cabe suponer que todo continuará como hasta ahora. Más o menos. 

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Etiquetas: Inteligencia artificial