Mademoiselle Mozart – Ramen Para Dos
Teknalix junio 18, 2025 No hay comentarios

© Yōji Fukuyama
Mademoiselle Mozart
En el vasto mundo del manga clásico que tanto nos gusta, hay obras que, por su calidad y propuesta, han quedado olvidadas. Mademoiselle Mozart, de Yoji Fukuyama, podría ser un ejemplo muy claro. Publicado en la década de los 70, este manga combina drama, romance y música en una historia que explora el talento, la rebeldía y el deseo de «libertad» en una época que impone sus propias reglas. Puede que haya puesto en él demasiadas expectativas tratándose de un compositor al que admiro, lo que me ha llevado a un desengaño doloroso dejándome un sabor de boca más amargo que dulce.
Wolfgang Amadeus Mozart
Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart era en realidad una niña, pero para su padre, Leopold, sería un niño. Al menos esa es la mentira imaginada para asegurar el futuro de su hija en una época donde las mujeres de mente brillante no eran reconocidas como tal. La historia comienza con un Wolfgang Amadeus de veinticinco años en Viena, un músico con mucha popularidad entre las mujeres. Sin embargo, para proteger su secreto debe evitarlas a toda costa. A pesar de ello, una persona sospecha sobre su género y no es otro que Antonio Salieri, quien (en la vida real) sentía admiración por Mozart, amén de una competencia profesional al ser compositor en la corte imperial de Austria, reconocimiento por el cual nuestro protagonista luchaba. Mientras, este trata de seducir a Constance Weber que, según la historia documentada, fue la esposa del compositor. ¿Quedará su secreto al descubierto?
Concierto para flauta n.º 1. El arte
El dibujo de Yoji Fukuyama se puede catalogar dentro de la línea clásica del manga seinen de los años 70. Personajes con grandes ojos expresivos, un alto nivel de detalle en los escenarios y la fluidez del trazo, junto a la carga emocional, logran transmitir de una manera eficaz los estados anímicos de los protagonistas.
Un punto a destacar son las secuencias musicales donde Fukuyama juega con los encuadres y la composición para representar la intensidad con la que un intérprete ejecuta una obra, o bien la melancolía de una melodía triste e introspectiva.
© Yōji Fukuyama
Sin embargo, hay escenas que adolecen de la sobredramatización visual, que pese a ser algo muy típico en la época, puede verse como un exceso de sentimentalismo, la típica y consabida marca de identidad del seinen. Esto se une a la escasez de detalles en la mayoría de las viñetas, lo que hace que sea rápido en su lectura pero con poca profundidad visual.
Dona nobis pacem. Historia y desarrollo narrativo
Mademoiselle Mozart se cimenta en la estructura clásica del crecimiento personal, donde nuestra joven protagonista se enfrenta a los obstáculos que desafían tanto su talento como su determinación, así como la lucha de su verdadera identidad de mujer. La historia que se nos cuenta resulta coherente pero, lamentablemente, es predecible, pues recurre a recursos habituales dentro del género como conflictos sentimentales y «villanos» muy planos. Pero ojo, que pese a esto, la historia te engancha gracias a la fuerte personalidad de la protagonista y su desarrollo a lo largo de la historia.
© Yōji Fukuyama
Si damos un paso atrás para tener una visión más amplia de la obra, Mademoiselle Mozart destaca por la profundidad psicológica de nuestra joven compositora que, como es normal, se plantea de manera recurrente el dilema entre lo que ella quiere y lo que los demás esperan de ella. Todo esto lo consigue usando la música, símbolo de esta lucha y eje pivotante para sus decisiones y tribulaciones internas.
Für Elise. Veracidad histórica
Esta obra no es precisamente un título que haga justicia al nombre propio que representa. Me explicaré: la historia que nos relata no se fundamenta en ningún suceso histórico documentado sobre la vida del compositor. Puede que en algún punto de la narración haga mención a algún nombre propio, pero poco más, adaptándolo como medio para conseguir un fin: el empeño requerido para el logro de la excelencia.
© Yōji Fukuyama
El manga no hace alusión explícita a la biografía del autor austríaco y mucho menos al registro histórico pero, en cambio, cimenta una narración nueva dentro del contexto de la obra. Si como lector buscas una representación precisa o aproximada de la vida del austriaco, este no es tu manga. Dicho esto, podríamos resumirlo en un título que se apoya en una función metafórica que relaciona talento innato o genialidad y sacrificio.
Por otro lado, el hecho de que en determinados momentos emplee un vocabulario fuera de época, hace que te eche de la historia troncal, arruinando toda la cimentación pseudohistórica del compositor.
Cuarteto de Cuerdas «Dissonance» N.º 19. El autor
Yō Eji Fukuyama, nacido el 20 de mayo de 1950, es un mangaka japonés originario de Ōmuta, prefectura de Fukuoka. Se graduó en la Facultad de Educación de la Universidad de Tokio Gakugei. Debutó en 1970 con el manga Naya no Naka, publicado en Manga Action (Futabasha), siendo su obra más destacada la que protagoniza esta reseña.
© Yōji Fukuyama
En 1993 comenzó a serializar F-shiteki nichijō en la revista Shūkan Diamond y en diciembre de 2001 ganó el Gran Premio en la categoría de Manga en el 5º Festival de Artes Mediáticas de la Agencia de Asuntos Culturales de Japón.
Durante la década del 2000 trabajó como profesor en el curso de manga de la Escuela Especializada de Ingeniería de Japón.
No sabemos con certeza qué fue lo que llevó al mangaka, reconocido por su estilo único dentro del seinen tradicional, a realizar esta obra, pero algunas pistas nos llevan a pensar que Fukuyama poseía un profundo interés en la narrativa de superación artística y en el rol de la mujer en sectores laborales controlados tradicionalmente por hombres.
Rondo Alla Turca. La edición
Planeta Cómic ha sido la responsable de traer Mademoiselle Mozart, respetando la estética original del manga y con una traducción que busca mantener el tono y la emoción de los diálogos originales. Se presenta en tomo único con una encuadernación rústica con sobrecubierta y tapa dura, siguiendo los estándares de la reedición de clásicos del seinen.
© Yōji Fukuyama
Quizás la impresión podría haber sido más nítida en según qué páginas, pero es algo minúsculo en comparación con la calidad del tomo. Lo que me lleva a algo que me ha resultado curioso ha sido la traducción, que dicho sea de paso, es impecable. Creo que algún término musical podría haberse explicado algo más. Por ejemplo: el concepto «Rubato» aparece en diálogos sin una explicación clara, lo que puede llevar al despiste del lector.
Lacrimosa. Repercusión e impacto
Pese a ser una obra poco conocida, esta lleva a debate la representación del cambio de sexo de la protagonista, algo que aborda, de una manera simbólica, los límites impuestos a mujeres dentro del mundo artístico (díganselo a las «comparsas femeninas» dentro del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz). Esa decisión de ocultar su identidad fue vista, en su día, como una denuncia social y fue interpretada por otro sector como un mero recurso dramático. Pese a que no llegó a la altura de otros seinens icónicos de la época, Mademoiselle Mozart es visible en otras obras que juguetean con la relación entre el arte y la identidad de sexo.
Concierto para clarinete y piano en 21. Opinión
No puedo negar que soy un amante de la música clásica y, pese a que admiro al autor como genio y su repercusión en la historia, su música y sus obras no son santo de mi devoción. He tocado algunas de sus obras y no le puedo restar valor a su repercusión, llegando a ser eje de una obra como la que os traigo.
Pero, lamentablemente, ahí es donde termina la totémica sombra de este genio, ya que la obra podría perfectamente haber cogido otra figura de superación. Usado como eje, la obra se queda fría ya que cuando ves el título, a mi parecer, esperas otra cosa.
© Yōji Fukuyama
Con una historia bien formada y un argumento un poco manido pero claro, esta obra salió hace mucho y precisamente no en el mejor momento para tratar según qué temas. Por eso se queda ahí, en un manga demasiado extenso (para mi gusto) que funciona como pozo y cultura histórica del manga.
A modo de curiosidad, cada sección de esta reseña lleva el título de las obras de Mozart que más me gustan, y animo a quien se vaya a leer este título a que las use como trasfondo e hilo musical ya que, en verdad, hace que la historia cobre un poco más de interés, sobre todo en la interpretación del genio.
© Yōji Fukuyama
Lo mejor
- La defensa de la mujer en un mundo regentado por hombres. Claro está, hay que ubicarla dentro de su marco histórico, aunque hoy en día tampoco es que hayan cambiado mucho las tornas.
Lo peor
- No me gusta nada que hayan cogido a Mozart para defender unos principios que bien se podrían haber hecho con un personaje imaginario.
- La perversión de la historia de la vida del compositor.
Mademoiselle Mozart
Flojo
Autores: Youji Fukuyama
Editorial: Planeta Cómic
Formato: Cartoné. 17.1 x 24 cm
Tomos: 1 (Finalizada)
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