Ni Trump ni Altman, Elon Musk se enfrenta al mayor enemigo de su historia: el Sol
Teknalix junio 12, 2025 No hay comentarios

Las tormentas solares están en un momento álgido, debido a que el Sol se encuentra en una intensa fase que se repite cada 11 años, y está provocando cambios en la atmósfera terrestre, provocándole dolores de cabeza Elon Musk y a las grandes empresas tecnológicas.
En particular, SpaceX, la compañía del multimillonario, ha comenzado a ver cómo sus satélites Starlink son arrastrados fuera de órbita, reingresando a la atmósfera terrestre sin parar.
Según la NASA, más de 500 satélites lanzados por la compañía de Elon Musk entre 2020 y 2024 han acabado cayendo. Esto se produce porque el aumento de la actividad tiene un efecto destructivo en la atmósfera superior del planeta.
Cuando el viento solar y las llamaradas solares calientan esta capa, la densidad aumenta. Esto incrementa la fricción sobre los satélites que orbitan a baja altitud, reduciendo su velocidad y haciéndolos caer.
El Sol, el enemigo número uno de Elon Musk
Lo más sorprendente del fenómeno es que la mayoría de los satélites no caen durante las tormentas solares más intensas. El estudio del físico espacial Denny Oliveira ha demostrado que el desgaste es acumulativo. Es decir, pequeños aumentos en la actividad geomagnética, sostenidos en el tiempo, son más peligrosos que una sola tormenta fuerte.
A lo largo de cuatro años, la caída de satélites ha aumentado de forma alarmante, en 2020 fueron solo dos, pero para principios de 2024 ya eran más de 300.

Computer Hoy/Montaje
Este patrón deja claro que la amenaza es persistente, aunque silenciosa. SpaceX, con miles de satélites en funcionamiento, se ha convertido en un caso de estudio ideal para entender el impacto del clima espacial. Aunque afecta a cualquier objeto en órbita baja, Starlink es una de las empresas más vulnerables a este fenómeno.
Paradójicamente, esta situación está ofreciendo una oportunidad valiosa para la comunidad científica. El estudio de los satélites que están cayendo permite entender mejor el arrastre atmosférico causado por la actividad solar.
Esta información puede ser clave en el futuro, ya que permitirá diseñar satélites más resistentes y definir estrategias de defensa más efectivas frente a tormentas solares.
El riesgo va más allá de simples pérdidas económicas. Una gran acumulación de satélites sin control podría desencadenar el temido “efecto Kessler”, es decir, una reacción en cadena de colisiones en órbita que dejaría inutilizable una parte del espacio cercano a la Tierra. Por eso, anticiparse a estos fenómenos es vital.
¿Qué dice SpaceX?
Aunque Elon Musk y su equipo no han hecho declaraciones oficiales, fuentes cercanas a la compañía aseguran que son conscientes del problema. Las pérdidas de Starlink, uno de los productos más rentables de SpaceX, han obligado a tomar medidas discretas para proteger la red.
Es muy probable que la empresa ya esté trabajando en nuevas tecnologías o ajustes de órbita que minimicen el impacto del clima espacial.
El caso de la empresa de Elon Musk deja claro que incluso las megacorporaciones tecnológicas tienen que rendirse ante las fuerzas de la naturaleza. Y en este caso, el Sol ha decidido que es hora de recordar quién manda ahí arriba.
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Etiquetas: Elon Musk
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