Es muy posible que a estas alturas hayas escuchado hablar de la estafa conocida como “de la llamada perdida” o “wangiri”, que en japonés quiere decir algo así como “llama y corta”. Se trata de un fraude ya clásico, pero que a pesar de los años que lleva produciéndose todavía es utilizado cada día por muchos ciberdelincuentes, como ha recordado una experta en seguridad. 

María Aperador, una popular creadora de contenido, ha incidido en los números más habituales que nunca debes coger si te encuentras con una llamada perdida. No obstante, en los últimos años el peligro también ha evolucionado. La estafa sigue llevándose a cabo, sí, pero en ocasiones con algunas variantes que hacen que resulte todavía más complicada de detectar por cualquiera.

Cuidado si te llaman de algunos de estos números

Es importante recalcar que no todos los prefijos internacionales son sinónimos de estafa. No todos, pero sí muchos de ellos. Los más peligrosos son los siguientes: +355 (Albania), +225 (Costa de Marfil), +233 (Ghana), +234 (Nigeria), +387 (Bosnia y Herzegovina), +675 (Papúa Nueva Guinea) y +216 (Túnez). Si te encuentras con alguno de ellos, mejor desconfía, por si acaso. 

El funcionamiento de este tipo de estafas continúa siendo efectivo por una razón muy sencilla: es sumamente simple. Los delincuentes utilizan sistemas automáticos para realizar miles de llamadas muy breves que no dan tiempo a que el receptor conteste. Muchas de ellas, además, se efectúan en momentos específicos: mientras duermes, por ejemplo, para asegurarse de que no lo cojan. 

La intención es que el usuario vea la llamada perdida en su registro y decida devolverla. Si lo hace, es redirigido a una centralita automática, música de espera o grabaciones diseñadas para prolongar la llamada el mayor tiempo posible. Estas líneas, que suelen ser extranjeras, están asociadas a tarifas elevadas por minuto. Es decir, que al final la broma puede costar un ojo de la cara.

En los últimos tiempos, además, la cosa no termina ahí. Podría hablarse que la estafa ha “evolucionado” de algunas maneras. Por ejemplo, gracias a la tecnología VoIP. Con ella, los timadores son perfectamente capaces de ocultar el número real de origen y simular prefijos locales o de países cercanos. De esta forma termina por haber muchas más víctimas que caen en el engaño. 

Desconfiar es la clave

La mayoría de expertos coinciden siempre en que la mejor forma es ser prudente a la hora de responder cualquier tipo de llamada perdida. Otra buena estrategia, por ejemplo, es buscar en internet el número antes de devolver la llamada. Aunque existen filtros para detectar llamadas spam en teléfonos móviles, estos no siempre son cien por cien eficaces, por lo que es mejor no confiarse. 

Por eso, aunque la estafa de la llamada perdida es bastante popular, siempre existe el riesgo de que te pille con la guardia baja, o se aproveche de gente mayor, sin ir más lejos. Mantenerse alerte no solo es aconsejable, sino en estos casos, fundamental si se quiere escapar de los fraudes. 

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Etiquetas: Estafa