Si eres como yo, que no soportas tener la casa llena de dispositivos enormes solo para escuchar música o ver las películas con un sonido top, el JBL Flip 7 es un auténtico descubrimiento —aunque ya llevo años siguiendo sus modelos—. 

Lo he estado probando varios días y por unos 150 euros, tienes un altavoz que suena de maravilla, con un sonido potente, claro y equilibrado, pero en un tamaño mini que cabe en cualquier sitio sin molestar ni ocupar espacio innecesario. Además, su estética obliga a que no quieras ocultarlo.

Lo primero que me conquistó fue lo fácil que es llevarlo a todas partes. El Flip 7 es compacto, ligero y tiene un mosquetón que te permite engancharlo a la mochila, a la bici o incluso colgarlo donde quieras sin complicarte la vida. Nada de barras de sonido enormes que parecen muebles, aquí todo es práctico y cómodo.

Pero ojo, que pequeño no significa que suene poco. Al contrario, este altavoz tiene unos graves que sorprenden para su tamaño y unos agudos muy nítidos, con una potencia total de 35 W RMS que llena sin problema una habitación grande o una terraza. 

Lo mejor es que, incluso a volúmenes altos, el sonido no se distorsiona ni pierde claridad, algo que no es fácil de encontrar en altavoces tan compactos.

Además, puedes ajustar el sonido a tu gusto con la app JBL Portable, que incluye un ecualizador para que le des ese toque totalmente personalizado y a tu gusto. 

También cuenta con una función de inteligencia artificial que analiza el entorno y ajusta automáticamente la ecualización para que siempre suene perfecto, ya sea en interiores, exteriores o espacios abiertos. Un plus que no esperaba y que hace que la experiencia sea todavía mejor.

Para mí, esta combinación de tamaño mini con sonido potente y de calidad es lo que hace que el Flip 7 sea muy top. No necesitas un aparato enorme para disfrutar de buena música, y eso es un plus enorme si tienes poco espacio o te gusta llevar la música contigo sin cargar con bultos.

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Etiquetas: Altavoces