El Departamento de Comercio de Estados Unidos ha anunciado unos aranceles del 93,5% al grafito proveniente de China. El problema es que prácticamente el 100% del grafito que usan las fábricas de baterías estadounidenses lo compran a China. Otro golpe al coche eléctrico por parte de Donald Trump.

Y no es que en Estados Unidos no existan fábricas de grafito, sino que, según ha explicado la propia Tesla en un comunicado, no tiene la misma calidad y pureza que el grafito chino, no sirve para las baterías.

Este mineral es el más esencial para fabricar baterías para coches eléctricos, y si el precio se dobla por las tarifas, puesto que la batería es el componente más caro de un coche eléctrico, supondría un aumento del precio del vehículo en unos 1.000 euros.

Estados Unidos acusa a China de “dumping” con el grafito

Según revela The New York Times, el Departamento de Comercio acusa a China de practicar “dumping” con el grafito, es decir, venderlo más barato en el extranjero que en su propio país.

Para Estados Unidos esto es una táctica para monopolizar el mercado, y por eso va a aplicar una tarifa del 93,5% a su importación, es decir, prácticamente dobla su precio.

Esto supone un gran golpe no solo a China, sino a las fábricas de baterías que Ford, LG y Panasonic tienen en Estados Unidos. LG acaba de abrir una factoria de baterías en Kansas, que da empleo a 4.000 estadounidenses.

Tesla envió una carta al Departamento de Comercio en febrero en donde explicaba que los fabricantes de grafito norteamericanos “aún no han demostrado la capacidad técnica para producir cantidades comerciales de grafito apto para baterías, con la calidad y pureza requeridas por Tesla y otros fabricantes de celdas de baterías”.

El gobierno de Donald Trump ya ha eliminado todas las ayudas al coche eléctrico, que suponían un ahorro para los compradores de hasta 7.500 dólares. Con esta nueva tarifa al grafito, el coste de estos vehículos subirá otros 1.000 dólares.

A esto hay que añadir otras subidas de coste por las tarifas en otros materiales y piezas que se usan en los vehículos con baterías.

Elon Musk no debe estar contento, menos aún sabiendo que él fue parte importante de la victoria de Donald Trump, al arrastrar a todos sus seguidores al voto republicano.

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